Al hablar de Finlandia uno de los países nórdicos europeo se imagina e cree que no existe una población negra. Pues déjame decirles que si, existe una comunidad negra compuesta por finlandeses nativos e migrantes negras/os.
Yo soy parte de esa comunidad negra puesto que llevo varios años viviendo a este lado del Océano Atlántico lejos de mi país natal. Durante estos años he tenido el privilegio de conocer y aprender muchas cosas de mujeres negras de distintos países Latinoamericanos, Africanos y Finlandia.
Una de ellas es Melina Björn, una mujer negra finlandesa, de 30 años, callada, contenta, criada por su mamá, tías y abuela. Ella se siente orgullosa de tener genes africanos y finlandés.
Monica Gathuo, es estudiante, periodista independiente, activista e elocuente, afro-finlandesa. Dice que los pilares fundamentales en su que hacer diario y su trabajo son la justicia y equidad, los cuales aprendió de su madre.
Ambas afirman que las mujeres negras finlandesas también son discriminadas por la sociedad.

Afirmando ser finés
En Finlandia existe la familia negras desde décadas atrás. Hay familias mixtas donde ya sea la madre o padre son fines. Igualmente, hay familias negras migrantes con nacionalidad finlandesa que tienen uno o dos generaciones de su familia nacida en Finlandia.
Durante las últimas décadas la sociedad ha cambiado poco a poco. Hoy en día aún cuando la sociedad es mayoritariamente blanca también hay más gente negra y de otro origen étnico.
La figura de la mujer negra en Finlandia ha cambiado mucho. Monica expresa “Nací en los 90´s en Tampere (centro de Finlandia) y aún cuando en esta ciudad había mucho intercambio de estudiantes internacionales, mi hermano y yo éramos los únicos negros en el colegio”.
Melina por su parte cuenta que cuando era niña entre 6-7 años vivía en un pueblo pequeño al este de Finlandia. “Allí había una pequeña tienda y cada vez que mi hermana y yo visitábamos el vendedor nos hablaba en inglés, pero con mi mamá hablaba en fines. Nosotras no entendíamos y siempre le decíamos a mi mamá ¿qué dice este señor, que le pasa?”, manifiesta.
Ser negra en Finlandia es reafirmarte constantemente a la sociedad y también seguir recordando a tu misma que eres fines.
En Finlandia se vive microagresiones contantes a través de comentarios, preguntas, actitudes y gestos porque eres negra. Por ejemplo, Melina cuenta que una vez en un restaurante estaba acompañado de su novio y al solicitar la orden a él se dirigieron en fines pero, al dirigirse a ella para tomar su solicitud hablaron en inglés.
La ciudad de Helsinki es relativamente pequeña pero cosmopolita, segura y linda pero, aún así hay gente que vive en un mundo de burbuja puesto que no aceptan o ven lo que pasa a su alrededor. Tanto mis entrevistadas como yo sabemos que Finlandia ha cambiado durante los años. Ahora cuando uno camina en las calles de Helsinki se ve más gente negra, se conocen entre sí y hay un contacto de vista o gesto. Sin embargo, Monica manifiesta que “las mujeres negras en Finlandia vivimos una agresión de riesgo mental”.
Hablemos de pelo
A parte de hablar de su vida como mujeres negras finlandesas el tema de pelo no podía no ser mencionado. Ambas mujeres Monica y Melina han experimentado discriminación por su tipo de pelo.
Melina cuenta que cuando integró a una nueva escuela los niñas/os preguntaron: por qué tu cabello es diferente? Ella cuenta que hubo una época que molestaba de contestar a tantas preguntas y por eso cubrió su pelo para no tener que dar explicaciones.
La falta de productos en el mercado ha llevado a cada una a usar productos alternativos y hasta fabricar propios productos para su pelo con elementos como aceite de oliva, de coco y la mezcla de otros ingredientes naturales.
Al preguntar a ambas entrevistadas si ellas alguna vez le habían dicho NO cuando solicitan tocar su pelo, Melina se queda pensativo por un rato y luego contesto no lo había hecho. Es difícil, pero admite que ahora luego tiene más herramientas para hacerlo.
En cambio Monica dijo que ella si ha dicho que NO a la gente, ella les hizo la contra pregunta “¿puedo tocar tu pelo?” Recomienda que es bueno tener un argumento y decirlo en este tipo de situaciones.
El racismo se vive en Finlandia de una manera silenciosa porque no se expresa como en otros países, mucha gente calla lo que siente y piensa. Para que realmente haya una sociedad más equitativo e incluyente es necesario romper ese silencio dando otro ángulo a las discusiones, artículos, paneles y políticas públicas.
Ambas entrevistadas aconsejan y esperan cambios. “Yo espero que en 10 años Finlandia pueda cambiar al desmantelar los patrones que existen alrededor de la comunidad negra y las etnias minoritarias. Que los niños que nacen hoy en día no tengan que experimentar la misma escuela que yo viví” agrega Monica.